Thursday, March 10, 2011

Ventana


Creí escuchar el fragmento de un eco que permanecía sentado junto a la ventana. Pensé que en su raro zumbido cabalgaba una frase como todas las que solía oír antes de la siesta, cuando los talleres cesaban sus sinfonías de cigarra y se dormía el calor de puro cansancio… en esos momentos de tanto sol que nadie suele pensar ni siquiera en noticieros de las tres, agotados y solos.

Juré por un momento que esa misma ventana también me traía de nuevo una solemne lluvia que se escurría como vida, creciendo en las aceras y ablandando mis caminatas por el patio con olor a ladrillo. Después de eso, recordé… sí, recordé cómo un ejército de noches me sorprendía mientras hacía conjuros que ya no recuerdo o más bien desconozco. Sólo viene a mi memoria un gran derrame de estrellas envolviendo la quietud de los tejados y alguna que otra sombra de gato, y yo buscando la razón de un viaje al norte de ida y vuelta.

Sé que la historia puede cobrar la forma de un murmullo inteligente, pero quizás necesito encontrar de nuevo ese eco a diario para justificar una tarde cualquiera de escritura, o más bien para escribir cualquier justificación de esa y muchas tardes, del resto de las noches que se han ido a mi sótano personal. La arena y el tiempo son cómplices silenciosos que no perdonan un parpadeo y en el instante menos pensado se roban todo con la misma mano con la que cierran puertas que en ese mismo instante han dejado de existir.

Porque a veces no sé quién miente, si el presente que filtra olores y temperaturas, o acaso el pasado que aún duerme como niño sollozando en la completa negación. Hubo tantas versiones de esta misma ventana que mi sorpresa yace en un punto equidistante entre el recuerdo y algo parecido al olvido que habla como fantasma.

Thursday, March 3, 2011

Tarde


No es que no te crea, tarde... pero te pareces tanto a otra del pasado. ¿Cómo puedes jugar así con las pupilas? ¿Cómo te presentas de manera tan impune?... Eres tan parecida a mí y a mis días que siguen anclados en un lenguaje de monotonía. Te creeré por hoy, sólo por hoy.