Friday, February 28, 2014

Frío

 
De aquí hasta donde alcanza la tarde, la luz se despedaza sobre piedras que no tienen el color de las piedras. Todo es blanco y no quiere cambiar ni de nombre. En Ohio, las nubes tienen miedo de irse bajo el riesgo de que el gris se haga primavera en un parpadeo porque (supuestamente) aún no es tiempo. Todavía es febrero y el aire, siempre amenazante, apunta a los lados del calendario para confirmar que aún no se va el frío, para no arrepentirse cuando las palabras ya no sepan a frío mezclado con diesel. Mientras tanto, el sol muere como adolescente, se va a diario temprano, a empujones y vacío. Así es cada noche, un descanso de charcos sólidos, líneas de luces mercuriales tiritando, una muerte repetida sin polvo y esperando la oportunidad de soñar con vampiros volando hacia las sombras que proyecta la sangre brotando del poniente.

Monday, February 10, 2014

Luna sola

Encuentre la luna y llévesela a casa. Llévesela entre las sienes, si quiere, pero no la deje así, tan sola y terrenal. No vaya a ser que en un descuido, se la robe la niebla a punta de tangentes, tomándola de la cintura. Salve esa luna inclinada sobre las ramas para que la noche no la rompa y que, después, deje sus pedacitos regados en un puente de nubes ausentes. No olvide que la luna tiene una lengua enredada en los hastíos cotidianos, después de tanto perseguir el horizonte. Sí; la luna de gritos y humos; es ella la que aulla y se esconde en los cerros que se tragan los pájaros, los tornados perfumados de primavera. Cuando por fin la tenga, recuerde cerrar la ventana y, así, todos sus miedos no serán más que sombras plateadas, como mariposas jugando a pintar la madrugada.