Saturday, October 19, 2013

Corn

Dijo don Miguel Ángel. "La tierra cae soñando de las estrellas, pero despierta en las que fueron montañas...". Lo malo es que aquí no hubo montañas donde caer, ni modo de escaparse del sueño que abraza las planicies envejecidas por tantos vientos grises bajando desde el norte. Si se cae la claridad aquí, pues no es culpa de nadie; pero el invierno llegará a exigir un recuento de hojas e insectos y para entonces, la sombra ya nos habrá hecho un andamio de excusas para responder lo que sea.

Octubre



Hasta donde se lo permitió la certeza, habitó algo así como un recuerdo y que, a la vez, era casi una alegría. Y en ese espacio, todas las tardes, entre la veracidad de una luna ausente y un hilo infinito de callejuelas, le dio por regresar a las seis para encontrar detrás de su puerta los dominios de una alfombra durmiendo profunda y sola, sin religión, sin aire. Sucede –pensó-, que ya no es suficiente pensar, que no basta con caminar por una acera tapizada de sílabas y ayeres para llegar a una ventana, mientras que un mundo se pierde lentamente, pedazo a pedazo, hasta que se le acaben los fantasmas simples de la lluvia.

Hubo momentos en los que no recordó ni su existencia, cuyo abrazo siempre olía a la asfixia que provoca el viento que suele arder irremediablemente al oeste. Después fue peor; olvidó la hora, sus minutos y sólo supo que quedaron frente a sus ojos –danzantes y serenos- los sauces rumbo al lago compartiendo su sangre silenciosa y sus manos sin odio. Más tarde afirmó. –Curioso, juraría haber estado aquí antes, en otro tiempo, como cuando mis ojos se encaminan a pisar la hojarasca de octubre, aunque no sea octubre ni los pájaros callen-. Finalmente, quedó al filo de sus propias conclusiones y una llamada telefónica le trajo algo más que los versos de un sábado sin estrellas. Le dio, en cambio, una casa, sus rumores matutinos de café con voces radiofónicas y una razón para desconocer las cosas. Todo para nunca abandonar la perplejidad ante todo lo que atrapan los párpados muchísimos años antes de morir.